Una fecha tan importante para Andrea no podía pasar desapercibida, por tal motivo sus papás le organizaron un día inolvidable. La celebración religiosa se realizó en la capilla de San Juan Pablo II, para agradecer llegar a esta edad tan esperada. Después de la celebración religiosa, los invitados se dieron cita en el conocido antro Moma donde Andrea bailó el tradicional vals en compañía de su papá y disfrutó por horas de su fiesta.