Después de compartir más de cuatro años de un lindo noviazgo y una inesperada propuesta de matrimonio en Whistler, Canadá, llegó el día que Dana Rivas y Alejandro Jiménez habían estado esperando, el día de su boda.
La celebración comenzó con una ceremonia religiosa en la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción, donde, rodeados de sus padres, familia y amigos, se dieron un romántico "Sí, acepto" para toda la vida frente al reluciente altar. Posteriormente, los recién casados recibieron a sus invitados en una hermosa recepción en el salón Gran Punta Paraíso, decorado con coloridas flores y con una seleccionada coctelería. Los recién casados recibieron en todo momento muestras de cariño por parte de los presentes.
En un emotivo momento fue su entrada, luciendo muy enamorados y felices con la canción de fondo “Your Love”, mientras sus invitados los llenaron de aplausos y gritos de emoción.
Al término de un delicioso menú de tres tiempos, Alejandro y su mamá, Adriana Rodríguez, pasaron al centro de la pista para dar comienzo a un vals familiar en el que también se unieron sus hermanos y su papá. Después, Dana y su papá, Pedro Rivas pasaron al centro de la pista, acompañados también de sus hermanos y mamá.
Finalmente, los recién casados se unieron para bailar su primer vals al son de “En vivo y en directo”. Al finalizar, todos los presentes corrieron a rodear a los novios y se dispusieron a disfrutar hora con hora de la gran boda.
Ahora los esposos se encuentran preparando sus maletas para su luna de miel en Japón y Bali.